Siempre habrá un principio…
Siempre habrá un principio acechando en las esquinas,
Un principio resquebrajado sin principios,
Un principio necio engatusando el tiempo,
Un principio de crines encrespadas y renacimiento,
Un latido…
Siempre habrá un latido acompasando tu delirio,
Un latido intenso del que escapas y te persigue,
Un latido fuerte que te llena de esperanza,
Un latido quieto paralizándote,
Una luz…
Siempre habrá una luz que te deslumbre,
Una luz que te indica el camino a seguir
Una luz cegadora bloqueándote,
Una luz desértica distorsionando tu mirada,
Un sentimiento…
Siempre habrá un sentimiento oscuro carcomiéndote,
Un sentimiento de impotencia que te impide ser,
Un sentimiento atroz de sentirte,
Un sentimiento trágico ante el futuro,
Un destino…
Siempre habrá un destino inesperado,
Un destino sembrado de violetas,
Un destino lejano empañado de llantos,
Un destino esperado y desesperado,
Una nave…
Siempre habrá una nave con dirección a Levante,
Una nave azotada por vientos insolentes,
Una nave mareada entre olas de colores,
Una nave guiada por Caronte impertinente,
Un escape…
Siempre habrá un escape hacia ninguna parte,
Un escape sobre chimeneas no terminadas,
Un escape imposible a tu interior cerrado,
Un escape enloquecido con la melena suelta,
Un sentido…
Siempre habrá un sentido único y exclusivo en tu camino,
Un sentido certero y otro esquivo,
Un sentido marcado por aristas clandestinas,
Un sentido sin sentido para olvidar,
Una catástrofe…
Siempre habrá una catástrofe inconfesable no buscada,
Una catástrofe derramada sobre tus manos,
Una catástrofe enquistada en las entrañas,
Una catástrofe cruda y recurrente,
Un final…
Siempre habrá un final vacío y sin espacio,
Un final con una cruz a cuestas,
Un final de navajas clavadas en el mapa,
Un final que te invita a comenzar de nuevo,
Un principio…
Siempre habrá un principio…
Santiago Pazos
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