martes, 1 de noviembre de 2011

La violación de Lucrecia

(FIOT 2011)
XX FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO DE CARBALLO

¡Cuántas veces los oídos nos marean el corazón!
(A propósito de “La violación de Lucrecia”, con Nuria Espert)

SANTIAGO PAZOS


Si ayer no disfrutaste de algunos momentos de emoción, de esos acontecimientos que uno no olvida fácilmente, es que no te gusta el TEATRO. Irás a sentarte al patio de butacas para ver espectáculos variopintos como cuando te recuestas delante de un televisor a zapear en busca del programa que menos aburra tu existencia, pero en realidad no te gusta el TEATRO como actividad única e irrepetible en el que el ser humano se desprende de todas sus caretas y se muestra desnudo ante la pureza de los sentimientos más escondidos, más íntimos, más vergonzantes, o más queridos.
La violación de Lucrecia es todo eso dicho con palabras que queman, en el corazón y en el estómago, mucho antes de ser pronunciadas. Y Nuria Espert ejerce de perfecta mensajera, pone la voz y el cuerpo con una valentía y una entrega que te engancha, desde la primera escena, para situarte en un espacio de sensaciones difíciles de describir. Un espacio donde el espíritu y el intelecto conviven con armonía, un lugar que te cuesta abandonar. Voy recordando sonidos, tonos, gestos y movimientos, mientras escribo esta crónica, y tengo que contenerme para no emocionarme, para poder contar la realidad sin excesiva afectación. Me cuesta.


Hubo un instante sublime, cuando los cortinajes del dosel se desplomaron sobre el escenario, que tuve que contenerme para no soltar un aplauso inoportuno. Y hubo un instante aciago, cuando el estruendo de un teléfono nos cortó la respiración como un cuchillo, que tuve que taparme la boca para no soltar un improperio censor.
Nuria Espert cubre con virtudes lo que algunos querrían ver como defectos, contra la agilidad de movimientos emplea la definición contenida y el paso seguro que se siente dueño del espacio en el que se mueve, contra los decibelios acústicos modula la voz con una entonación medida y plena de variados y ricos registros, y contra las prisas del teatro actual derrocha clase, temple y una memoria prodigiosa.
No es de menor importancia, para esta obra, la exquisita iluminación de Juanjo Lloréns, definiendo y matizando cada escena y cada movimiento con una delicadeza que a veces parece que es la propia protagonista la que ilumina los espacios que pisa; la escenografía de Ikerne Giménez, sobria y sin más elementos que los necesarios, dejando los vacíos amplios para que los focos sugieran protagonistas y la acción no encuentre ni un solo estorbo en su desarrollo; y la dirección de Miguel del Arco, que insinúa atmósferas y rechaza marcajes férreos.
Bravo por ellos. Un bravo enorme de agradecimiento y también reivindicativo de un TEATRO que sí es digno de llevar ese nombre.      

Salud   

    






1 comentario:

Anónimo dijo...

A min gustoume a obra... pero non creo que por eso me guste o teatro máis que a outra persoa que non a vira tan apetecible...
EL TEATRO:('lugar para contemplar') es la rama del arte escénico relacionada con la actuación, que representa historias frente a una audiencia usando una combinación de discurso, gestos, escenografía, música, sonido y espectáculo. Es también el género literario que comprende las obras concebidas para un escenario, ante un público.
Con esta definición penso que o teatro engloba moitos tipos de espectáculo e para min é tan valido ir o teatro simplemente para pasar un bo rato e rirse como para emocionarse polo desplome dos cortinajes do dosel...
Sin duda o máis grande aplauso para Nuria Espert...sentín moita envidia (sana je) dela por facer este papel, creo que aprendín cousas mirando para ela... BRAVO!!
Coma sempre ti na túa liña Santi!! un saúdo.MANU