AMORES
AULA MUNICIPAL DE TEATRO DE CARBALLO
Mi pasión por las artes escénicas nace cuando, siendo estudiante, conocí a Heine Mix, un director de teatro chileno exiliado en España que para poder subsistir formó una compañía de teatro universitario en la que participé. Durante los dos años que duró la aventura nos convertimos en una especie de arcilla que él modelaba con la maestría de un experto alfarero. Aunque no me dediqué a la profesión, me enseñó muchas cosas que luego me sirvieron en la vida cotidiana, como ponerme en situación, controlar el nerviosismo y el pánico escénico, conocer mejor mi cuerpo y mi mente, construir y documentar un personaje, y a soñar y ensoñarme entre otras muchas cosas. Admiré a Heine con devoción y me acompaña en el recuerdo como uno de los encuentros más importantes de mi vida.
Lo cuento porque se me antoja que algo parecido puede estar pasando en el Aula Municipal de Teatro de Carballo. Su director, Artur Trillo, es un profesional completo que ha destacado, actuando o dirigiendo, en obras exitosas como “Bicos con lingua”, “Anfitrión, e ti quén ves sendo?”, “Palabras encadeadas”, “Volpone”, o “Pelos na lingua”. Un hombre con vocación que puede enseñar, además de técnica, cómo se ama el teatro.
Y en los alumnos del Aula he notado un progreso considerable desde su primer trabajo “A ruleta rusa”, hace un año. Han ganado en prestancia sobre el escenario, tienen más seguridad, controlan mejor sus movimientos, interiorizan con más naturalidad sus personajes y, aunque en general debieran controlar mejor el nivel del volumen de su voz, declaman con suficiente soltura. En conjunto, demostraron ayer, con “Amores”, que son un grupo de teatro aficionado compactado y con futuro.
En cuanto a la obra, cabe señalar que se compone de una serie de cuadros sobre diversas relaciones y enredos amorosos, con unos diálogos ágiles y divertidos, que dejan al descubierto la falsedad con la que, en muchos casos, se desarrollan. Debo decir además que, siendo un montaje en el que prima la sencillez y el uso del utillaje imprescindible, me gustaron mucho las transiciones “en negativo” entre cada escena.
En definitiva, mis felicitaciones para Artur Trillo y para los actores, (a los que deseo que la experiencia les aporte gran riqueza personal), y espero que el Ayuntamiento de Carballo siga apostando por actividades tan gratificantes.
Santiago Pazos
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