BOMARZO
(UN LIBRO PARA UN VIAJE)
No me considero una persona fantasiosa, pero sí es cierto que con alguna frecuencia tiendo a la ensoñación. Exactamente con la misma frecuencia que cae una buena novela en mis manos o veo una buena película. Creo que es una característica bastante generalizada entre los niños de la escasez. Yo agradezco esa capacidad. Me permite dar cuerpo, vida y color a los personajes y lugares, reales o inventados, de las historias que me gustan.
Me pasó con “Bomarzo”, de Manuel Mujica Láynez, una novela histórica fabulada, de estilo fantástico, sobre el Duque jorobado Pier Francesco Orsini (Vicino), donde describe la vida y costumbres de la época renacentista, prácticamente todo el siglo XVI, tomando como argumento la carta astrológica del noble.
Me enganchó desde el principio, me sentí amado por su abuela y protectora, dolido por las vejaciones a las que le sometía su hermano Girolamo, odié al Papa Pablo III, amé a su esposa Giulia Farnese, asistí a la coronación de Carlos I de España, me entrevisté con Cervantes durante la batalla de Lepanto, acompañé a Miguel Ángel por las calles de Florencia para dejar a David en su pedestal, atendí a los cuidados del alquimista Paracelso, y admiré al escultor orfebre Benvenuto Cellini (del que también recomiendo “Mi vida”, su autobiografía), etc, etc, etc.
Pero fundamentalmente disfruté y me apasioné con la transformación que Vicino Orsini hizo del Monte Casoli para convertirlo en el Parque de los mónstruos. Un bosque sagrado dedicado a su mujer con una colección impresionante de esculturas, de personajes míticos y animales fantásticos, esculpidas en las rocas del mismo monte, entre las que destaca la enorme y fantasmal Boca del infierno.
Cuando terminé el libro me quedé con la impresión de que la parte relacionada con el parque era una fantasía del autor, pero años después me enteré con sorpresa, a través de un suplemento de viajes, que existía, que el Bosque Sagrado podía visitarse. Al principio me enfadé un poco, había estado en Roma y ni se me había ocurrido investigar un poco. De todos modos no resultaba fácil hacerlo, ahora es distinto, escribes Bomarzo en la Wiki y lo tienes todo en un clic.
En 2005 volví a Roma, esta vez con Carmen, y organicé una excursión para darle una sorpresa a ella y quitarme yo una espinita amarga. Autobús a Viterbo (1 hora) y otro comarcal a Bomarzo (30 minutos). Allí estaba, en lo más profundo del Lacio italiano tal y como Mujica Láynez me lo había descrito, la obra maravillosa de un loco, un resentido, un visionario, o un atormentado. Una obra que sorprendió, aparte del escritor, a Dalí, Antonioni, o Visconti entre otros muchos, y que inspiró una ópera a Alberto Ginestara. Incluso hay un retrato que se cree que es de Vicino pintado por Lorenzo Lotto en la Galería de la Academia de Venecia, y que aparece en la portada del libro. Podéis ver una copia en blanco y negro, retocada y reinterpretada por mi, ilustrando la entrada de este blog titulada "Amor y sombra".
Os aseguro que es un interesante plan para un viaje a través de la buena literatura.
SANTIAGO PAZOS
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