(FIOT 2011)
XX FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO DE CARBALLO
A RÚA DOS CONTOS
7- ¡¡¡Buaaaaaaaaaag!!!
SANTIAGO PAZOS
Llegamos a la última jornada. A RÚA DOS CONTOS cerró, como viene siendo costumbre, con los aforos llenos hasta la bandera. Ayer vimos dos ejemplos distintos más dentro de la diversidad de estilos que nos ofrecía el programa de este año. Desde el monólogo tradicional a la puesta en escena de variada identidad formal. Coincidentes, eso sí, en pretender hacernos pasar un buen rato, arrancando carcajadas y sonrisas, o haciéndonos reflexionar con mensajes directos o subliminales. Y por cierto, no debería ser necesario hacerlo, pero tenemos que agradecer la puntualidad en el inicio de los espectáculos. Un logro de la organización que por estos pagos se ha convertido en rareza. Y otra cosa no tan agradable, los descansos son un corte innecesario y fuera de lugar en este tipo de espectáculo.
ISABEL RISCO
En los Baños Vellos vimos a Isabel Risco convertida en la superheroína Nabiza Girl. Un personaje, a primera vista, bien formado y caracterizado pero que va degenerando según avanza la función, sin ninguna justificación de continuidad, para terminar convirtiéndose en un cabaret patoso y deslucido. Lo siento, no son mi fuerte los refritos. Si es un defecto intentaré corregirlo, como debiera hacer Isabel con el suyo de comerse las letras haciendo incomprensible el texto. Dificultad que, (discúlpame la asociación Isabel), me recordaba a Fraga. El problema radica en que habla a tal velocidad que las palabras surgen atropelladas. Su fuerte, sin duda, es que tiene gancho y personalidad.
LUÍS ZAHERA
La “monologoterapia” de Luís Zahera en el Dublín discurrió por cauces más cotidianos. Un actor, como muchos otros, que en sus ratos libres hace monólogos para contarnos unas historias en las que las anécdotas autobiográficas se mezclan con guiños cómicos cazados al vuelo, unos de cosecha propia y otros de chistes ya conocidos. Lo más destacable de Luís, menos cuando grita, es el tono grave y personal de su voz. Llena el espacio e imprime carácter. (A todo esto, no sé por qué gritan tanto los monologuistas, quizás sea como antídoto contra el bostezo, o para asustar al espectador que se muestra desinteresado). Además, Zahera se siente fuerte sobre el escenario, con gran desparpajo domina la escena y actúa con inteligencia interactuando con el público. Por ejemplo, ese ¡buaaaaaaaaaag! espontáneo soltado por una espectadora le sirvió de gancho para dar continuidad. Al final, aunque no descubrimos nada sorprendente, resulto entretenido. ¿Es eso suficiente?
Como decía al principio, los cuentos se terminaron y ahora empieza la verdad del FIOT 2011, la programación de sala. Lo veremos y lo contaremos.
Salud
4 comentarios:
Gracias, como de costumbre resulta un placer leer tus críticas, coincidan o no con mi opinión. Una observación: creo que cuando dices, "los cuentos se terminaron y ahora empieza la verdad del FIOT 2011, la programación de sala.", estás, en cierta forma, minusvalorando A Rúa dos Contos, brazo del festival que va creciendo año a año hasta alcanzar una popularidad diría yo que sorprendente, llenando los distintos locales sin excepción. Debería tomar nota la organización del potencial por explotar, de igual forma que hace unos años hicieron cuando pasaron de celebrarlo en una semana a disfrutarlo relajadamente a lo largo de un mes, o con la introducción de los monólogos en el festival; Hay ahí un mundo por explorar, con los distintos espectáculos posibles y su distribución a lo largo del calendario. Da la impresión de que el FIOT todavía tiene mucho margen de crecimiento.
No es mi intención restar importancia a la rúa dos contos. El programa es cada año más compacto y diverso, va más allá del monólogo y explora otros modelos de expresión teatral. Ahora bien, sigue siendo un capítulo menor si tenemos en cuenta la complejidad de otros montajes teatrales, ya sean tradicionales o alternativos. Y sí, estoy totalmente de acuerdo, el FIOT tiene un enorme margen de crecimiento. Y creo que si los presupuestos no merman y el público carballés evoluciona perdiendo prejuicios, los Telón y aparte estirarán la cuerda en los próximos años. Así sea
Buenas Santi, un placer leer tus críticas, aunque discrepo sobre los descansos en los monólogos. Desde mi humilde punto de vista, para mi no están tan fuera de lugar, de hecho, no sólo los hosteleros, sino algunos monologuistas lo demandan cuando vienen a actuar.
Tenemos que pagar una cuota por la participación en la Rúa dos contos, y no todo el mundo puede amortizarla. No considero que sea ningún agravio para el espectador y a los hosteleros, que apoyamos esta iniciativa, en los tiempos que corren nos ayuda un poquito.
No tengo ninguna duda sobre la justificación de los descansos,y la que tu citas es muy importante, pero como espectador sólo los apruebo en algunas circunstancias como la duración del espectáculo, o como transición entre escenas bien diferenciadas. Y por supuesto, acepto de buen grado los descansos a cambio de poder ver buenos espectáculos. Y también como espectador agradezco la colaboración que prestáis los hosteleros de Carballo para que el teatro llegue a más gente cada año.
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