VOADORA

(FIOT 2014)

XXIII FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO DE CARBALLO

REFLEJOS EN UN ESPEJO

 (A propósito de “A tempestade” de Voadora)

SANTIAGO PAZOS

Poco antes de iniciarse la representación de “A tempestade” de Shakespeare, la directora de Voadora, Marta Pazos, nos decía en el Café con… que esta obra es un claro ejemplo de teatro dentro del teatro y que ella, que procede del mundo de la pintura, va montando las escenas como cuadros. Un proceso creativo de largo recorrido donde las imágenes primigenias van tomando cuerpo y se van engarzando, completándose con las aportaciones de toda la compañía en sus diversos cometidos, hasta convertirse en un producto compacto que expresa con claridad lo que ella, como directora y responsable última de la puesta en escena,  la obra, y el autor elegidos, querían transmitir.

Un honesto planteamiento de trabajo que, así explicado, me ofrece unas referencias lejanas de lo que voy a ver como espectador. Y digo lejanas porque lo que se me ofrece sobre el escenario, siendo un Shakespeare fidedigno, es también una interpretación que asume todos los riesgos que el teatro moderno puede, y quiere, tomarse con los clásicos.

Riesgos que, a veces, como reflejos en un espejo, rompen en pedazos la esencia del mensaje. Enturbian, no sé si intencionadamente, la claridad con la que ese mensaje fue creado. Riesgos, también, en la apuesta por una modernización estética, con tantas referencias plásticas, que provocan que el continente, la coraza externa, anuble y oscurezca el contenido dificultando su comprensión.

Admiro a las compañías, como Voadora, que se enfrentan al teatro desde perspectivas novedosas y con esa creatividad tan personal. Los teatros dentro del teatro que nos ofrecen, en este caso la interpretación pura, el musical (con canciones pop tan bien compuestas), el trabajo coral, las apuestas circenses, la mímica y, en cierto modo, la revista o el café teatro, son una riqueza.

Una pena que al final uno sale con la sensación que no ha visto una obra completa, que ha disfrutado con ciertos retazos de genialidad, con algunos reflejos en el espejo, pero que los cambios de ritmo, los altibajos interpretativos, el embelesamiento egocéntrico de alguna escena, y los amagos de varios finales provocadores, te crean un cacao mental y visual que te dejan insatisfecho.    

Salud