(FIOT 2014)
XXIII FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO DE CARBALLO
TEATRO ES LO QUE VE EL CIEGO QUE CANTA ROMANCES
(A propósito de “Bobas
& Galegas” de Mofa & Befa)
SANTIAGO PAZOS
“Teatro es lo que ve el ciego que canta romances”. Es decir, la
imaginación, la ilusión. En el teatro nada es mentira y nada es verdad, todo
gira en función de lo que el espectador quiera imaginar. Por eso, quizás en esa
frase, repetida en “Bobas & Galegas”, se esconda el verdadero sentido de la
dramaturgia de Quico Cadaval y Mofa & Befa.
Y la mullida escenografía en la que se desarrolla esta obra
viene a confirmar esa afirmación de calado. Las docenas de almohadas blancas
que cubren el escenario son, como por arte de magia, cama, odre de vino, saco
de paja, o personajes animados. Con la ayuda de una sencilla iluminación,
blanca o cálida, para separar la realidad del sueño, son todo lo que los
actores quieren que sean si a nosotros, los espectadores, nos parece bien y nos
lo creemos. Los molinos son gigantes porque en la imaginación de Don Quijote no
pueden ser otra cosa.
Pero para que la imaginación del espectador se despierte y se
sienta a gusto y confiado ante lo que le están contando, y la forma en que se
lo están contando, hay que motivarlo sin descanso. Y es ahí donde la estructura
de “Bobas & Galegas”, gemela de “Shakespeare para ignorantes”, falla.
Y es que el maestro Cadaval se merienda a los clásicos. Las
escenas de su cosecha son brillantes, frescas, ágiles y divertidas. Mientras
que las escenas con textos de Lope, Quevedo o Calderón, grandes escritores del
siglo de oro español, resultan largas y mortecinas. Un contraste, tanto de
forma como de contenido, que desvela una desigual intensidad cómica muy
pronunciada, y que provoca que el espectador se relaje y se abandone perdiendo
el interés en lo que ocurre sobre el escenario.
Y no por culpa de los actores, Evaristo Calvo, y sobre todo
Víctor Mosqueira, dicen el verso clásico con la soltura y la naturalidad de dos
especialistas en declamación. Estos dos cómicos están bien en los muchos
papeles que representan, y muy bien como segadores gallegos que emigran a
Castilla para ser explotados miserablemente, como denunciaba Rosalía, incluso
diría que por momentos, más en el caso de Evaristo, parecen poseídos por la
fuerte y profunda personalidad satírica de Quico Cadaval.
En general, me parece un buen trabajo de Producións Teatrais
Excéntricas, personalmente me siento fascinado por ese cosmos intelectual,
entre cómico y dramático, y también un tanto onírico de Quico Cadaval y
disfruto mucho con el verso clásico bien dicho, pero he de reconocer que la
mayoría del público carballés se atragantó con los clásicos.
Salud
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