(FIOT 2014)
XXIII FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO DE CARBALLO
LA DICTADURA DEL SOFTWARE
(A propósito de “Harket
(Protocolo)” de Panicmap)
SANTIAGO PAZOS
El futuro será imperfecto, el mundo feliz que nos ofrece, desde
un futurismo muy actual la inteligencia artificial, no será posible. Las
máquinas en Harket parecen mimetizarse con los peores instintos del ser humano,
la dictadura y la manipulación. Dependo de ti, pero si yo desaparezco, tú
también lo harás, así que tendrás que trabajar para mí y obedecer sin rechistar.
En caso de que fuese posible, en caso de que pudiese existir tal
cosa, que lo dudo muy mucho, el ser humano no sabría vivir en un estado de
felicidad completa. Su propia esencia parece necesitar de, por lo menos, una
pizca de incomodidad, un mal trago, sentir el vértigo de caminar sobre un
alambre para ver allí abajo algún abismo lejano, esa manzana prohibida
que insiste en tentarle, esa
libertad de elegir y decidir qué es lo bueno y qué es lo malo.
En Harket todo es perfecto hasta que la angustia ahoga a la
protagonista, hasta que las preguntas se van quedando sin respuestas
convincentes. Cuando se da cuenta de que vive en un engaño permanente, en una
mentira orquestada para convertirla en una cobaya.
La propuesta de Panicmap es muy atractiva, muy sugerente. Y su
presentación, su envoltorio, es estética y técnicamente muy convincente. Por
momentos, teniendo en primer plano las cabezas de los espectadores que estaban
sentados en las primeras filas, tuve la sensación de estar más en un cine que
en un teatro. Una sensación de frialdad que me alejaba de la pasión que la
filosofía de la obra intentaba transmitirme.
Por lo demás, buena dirección de Juan Pablo Mendiola, y una
interpretación muy trabajada y convincente de Cristina Fernández, en un estado
de forma física y mental de deportista de élite, aunque con cierta incapacidad
para transmitir sus sentimientos.
Salud
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