lunes, 29 de octubre de 2018

"UN ENEMIGO DEL PUEBLO" de Álex Rigola

(FIOT 2018)
27 FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO CARBALLO

RESPONSABILIDAD Y CONVICCIÓN
(A propósito de “El enemigo del pueblo (Ágora)” de El Pavón Teatro Kamikace)

SANTIAGO PAZOS



En la introducción que el sociólogo Raymond Aron hace para “El político y el científico” de Max Weber, (en Alianza Editorial, 1967), se hace la siguiente pregunta: ¿Existen dos moralidades esencialmente distintas, la de la responsabilidad y la de la convicción? Su carácter moderado y pragmático le lleva a la conclusión de que se obra por convicción y para obtener ciertos resultados. Es decir, la contradicción entre utopía y praxis nunca podrá ser resuelta desde la imposición de valores o razones que no tengan en cuenta su utilidad en favor del bienestar general.  Es una opinión. Podríamos citar otros muchos estudios que refuerzan esa hipótesis o la desmontan con argumentos igual de convincentes.

Ahora bien, el consenso generalizado es que la democracia y el sistema de sufragio universal, aun siendo imperfectos, constituyen el sistema político de organización social más justo y respetuoso con las libertades y derechos tanto individuales como colectivos. Claro que las impurezas del sistema invitan a la sospecha permanente. La demagogia, la corrupción, el populismo, la manipulación o la ignorancia, evidencian esa podredumbre que tanto nos asquea. El debate no es nuevo y además no veo yo trazas de que esa contradicción sea resuelta globalmente. Otra cosa es el encaje que de esa dicotomía hacemos a nivel individual, porque tendemos a ser bastante más permisivos con nosotros mismos que con la sociedad en la que vivimos.


Que el teatro nos plantee estos dilemas existenciales con la crudeza que el Pavón Kamikace los presenta en “Un enemigo del pueblo”, es un aldabonazo a nuestras conciencias porque invita a la reflexión más profunda sobre lo que suponen nuestras decisiones, sus motivaciones y sus consecuencias. Una llamada de atención a nuestra razón de ser como individuos y como sociedad. Un golpe a nuestro sentido de la razón y de la ética. Y un aviso sobre los vicios de los que nuestro sistema de convivencia abusa. Y por supuesto, lo hacen desde la manipulación. Eso es el teatro también. Nos conducen a un callejón con varias salidas pero ninguna de ellas lo suficientemente digna como para sentirnos limpios y satisfechos.

Manipulación, porque todas esas preguntas que nos hace Rigola a través de sus actores no tienen una única respuesta. No nos bastan el sí y el no para poder responder. A los espectadores nos escatiman los matices. El debate está viciado desde el principio. Y aun así, ese debate es necesario, imprescindible. Y por eso este teatro es fundamental, porque está construido desde la dignidad.

Y mientras estábamos sentados en el Pazo da Cultura de Carballo debatiendo sobre los fundamentos de la democracia, sus vicios y sus virtudes, en Brasil…




Salud y larga vida…




domingo, 28 de octubre de 2018

"EL TRATAMIENTO" de Pablo Remón

(FIOT 2018)
27 FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO CARBALLO

TEATRO Y CINE: VIDAS PARALELAS
(A propósito de “El tratamiento” de La_Abducción y Buxman Producciones)

SANTIAGO PAZOS

Lo malo que tiene el cine, por decir algo feo, es que una vez terminado el montaje el producto queda empaquetado sin capacidad alguna de rectificación. Se podrá hacer un remake o una segunda y tercera parte, alargar el chicle hasta que te rebote en los morros y te confundan con Stallone u otro por el estilo. El abuso y la mercantilización de la imagen aumentan exponencialmente en detrimento de su creatividad, a no ser que te apellides Warhol. Y ese defecto también juega, en cierto modo, a su favor al perderse la capacidad de perversión.

En la pintura esa posibilidad de transformación posterior tampoco existe, pero en el teatro sí. Esa posibilidad de transformación permanente es parte de su riqueza, de su razón de ser. Se puede adaptar una obra mil veces y siempre será vista con una mirada diferente. Un mismo montaje hoy será gris y mañana marengo.

En “El tratamiento”, Pablo Remón consigue hacer cine desde el teatro, (¿servirá también esta reflexión en sentido inverso?), urdiendo un engranaje que nos permite olvidar la diferencia entre perdurable y perecedero. La relación entre espacio y tiempo es totalmente cinematográfica, pero esas vidas paralelas de los personajes, ya sea en primera persona o como voz en off, se desarrollan a través de un lenguaje mixto que bebe, desde mi punto de vista, de las dos disciplinas. Una narrativa cinematográfica que se expresa con las herramientas del teatro moderno.
Esa mezcla, con la ayuda imprescindible de la excepcional escenografía de Mónica Boromello, ofrece al espectador una lectura diversa y una visión de la obra entre microscópica y panorámica al tiempo, sin sobresaltos. Y no olvidemos ese juego tan arriesgado que hace con el ritmo, acelerando y adormeciendo el tiempo con transiciones, limpias, en ocasiones casi imperceptibles,  ejecutadas con una exquisitez encomiable.

Grande la propuesta de Remón, compleja y excelente la dramaturgia y su dirección, espléndida la interpretación de Francesco Carril como Martín, (genial, por ejemplo, el diálogo entre este y Francisco Reyes como chófer),  y destacadas interpretaciones del resto de actores en escenas bien tramadas y con diálogos ágiles, inteligentes.

Ahora bien, si queremos podemos buscar peros, seguro que hallaremos unos cuantos. Mas cuando el producto final adquiere la calidad y el nivel creativo e interpretativo de “El tratamiento”, lo único que se me ocurre hacer, por lo menos a mi, es aplaudir.
    



Salud y larga vida…




sábado, 27 de octubre de 2018

"WASTED" de Íntims Produccions

(FIOT 2018)
27 FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO CARBALLO

CRISTALES ROTOS
 (A propósito de “Wasted” de Íntims Produccions)

SANTIAGO PAZOS

El título de estos comentarios sobre “Wasted” tenía que ser “Caminando descalzos sobre cristales rotos”, pero a una pregunta mía, en el coloquio posterior a la actuación de Íntims Produccions, aclararon que lo de los pies descalzos obedecía a motivos muy concretos. Primero porque esa es la forma tradicional en la que se habla con los muertos en el teatro (¿?) y segundo porque en un primer montaje caminaban sobre un espacio cubierto de tierra, exactamente de ese humus que utilizamos para las plantas.

Esta segunda opción me resulta mucho más lírica que la que ayer vimos en Carballo. Aunque caminar descalzos sobre el frío parqué se me antoja una buena metáfora para esas vidas rotas, o a medio componer, que esos tres personajes representan. Obviamente, los cristales rotos son sus propias realidades, esas vidas cargadas de frustraciones por no ser lo que se quiso y por no llegar a ser lo que en realidad se quiere ser. Cristales rotos que les impiden caminar con seguridad y crecer. Crecer como lo hace ese árbol que representa al amigo muerto, al referente común que los mantiene unidos.

No es una obra de fácil digestión. Las drogas, los excesos, la dependencia emocional, el mal amor, la obsesión de que otros tiempos pasados fueron más esperanzadores, ese sentimiento de fracaso total y esas cadenas que te impiden coger un avión y evaporarte para cambiar el rumbo de tu vida, al tiempo que provocas una catarsis en las que dejas abandonadas, no son una carta de presentación recomendable.

Tenía mucho interés en ver la evolución como director de Iván Morales. Aquel “Sé de un lugar” de su autoría, que vimos en 2013, permanece entre mis mejores recuerdos fioteros. Y aunque con esta adaptación no me defraudó en absoluto, tampoco descubrí nada nuevo. El espacio escénico y la dramaturgia son muy parecidos. Los ritmos y los ambientes cambian, pero recuerdo que en aquella obra también se recreaba en los lazos rotos de una relación de pareja que no encontraba los ajustes necesarios para continuar.

Y me extrañó la poca interacción de los actores con ese público colocado tan cerquita de ellos, casi apretujándose, rozándose. Quizás la química, o los efectos de esa cerveza a la que nos invitaron, no resultaron suficiente aliciente. Y no por el trabajo de los actores, que en todo momento asumen un papel coral para admirar. Creen en lo que hacen y así lo expresan en cada movimiento, en cada palabra que pronuncian, en cada baile, grito, lágrima o carcajada que sueltan. Son de verdad y se agradece ese compromiso.

Sin embargo yo esperaba más. Seguramente por dejarme llevar por el recuerdo. Lo mismo que les pasa a esos tres personajes descalzos sobre los cristales rotos de la memoria del amigo muerto.  




Salud y larga vida…




jueves, 25 de octubre de 2018

"COMMEDIA" de Contraproducións

(FIOT 2018)
27 FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO CARBALLO

HISTORIAS DE ONTE, DE HOXE E DE SEMPRE
 (A propósito de “Commedia” de Contraproducións)

SANTIAGO PAZOS
  

As historias de sempre teñen unha característica indiscutible: a sinxeleza. Xa poden ser obras dramáticas, de terror, románticas, ou como no caso da “Commedia dell’arte”, cómica. O enredo segue un patrón moi claro, unhas pautas das que o espectador está avisado, sabe ou debería de saber que tipo de espectáculo vai ver. Non hai sorpresas, pero non importa que todo sexa previsible porque nesa inxenuidade reside a súa beleza.

Po iso, o interese do público cando acude a ver obras deste tipo non pode ser outro que gozar coas virtuosas habilidades dos actores que representan a eses personaxes tan coñecidos, arquetipos de vicios e virtudes que conforman os comportamentos humanos desde que o tempo é tempo. Diso vai “O anel máxico” de Carlo Goldoni, nada máis e nada menos.

A complicación destes espectáculos reside en facelos ben, cousa que non parece fácil. Por algo Cándido Pazó, que adapta e dirixe esta peza con mestría,  di que os actores da Commedia teñen que ser completos, ter un pouco de acróbatas, un pouco de músicos, un pouco de bailaríns, e un “moito de comediantes”. E abofé que o elenco cumpre de sobra con todos eses requisitos.


Eu non tiven a sorte de ver a Ollomoltranvía nese Xoguete para Goldoni que fixeron hai 25 anos e co que recorreron medio mundo con éxito. (Recórdamo a miúdo José María de la Viña e as críticas periodísticas desa época así o confirman). Pero despois de ver a nova adaptación teño que dicir que non parece que eses anos lle restasen nin un pisco de capacidade física e interpretativa a ningún dos actores do elenco orixinal que repiten, (Víctor Mosqueira, Marcos Orsi, Avelino González,  e Nuria Sanz. Todos con excepción de César Goldi e Sergio Zearreta que substitúen a Evaristo Calvo e Santi Prego). Máis ben penso que a experiencia acadada neste tempo xoga ao seu favor.

E o mesmo digo da dirección e adaptación de Cándido, que mantén ese ritmo frenético e esa frescura e mordacidade típicas deste tipo de teatro, resolve con intelixencia a actualización do texto e tece unha “relación confidencial” entre público e actores que engade complicidade cómica dende a naturalidade. Sen forzar, con sinxeleza, como se ten feito dende sempre na Commedia dell’arte. Parabéns.    




Saúde y larga vida…





miércoles, 24 de octubre de 2018

"SALVADOR" de Borja Fernández

(FIOT 2018)
27 FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO CARBALLO

XEOGRAFÍAS
(A propósito de “Salvador” de Borja Fernández)

SANTIAGO PAZOS



O gran problema que teñen as viaxes é que as cartografías xeográficas han de ser feitas con moita exactitude para que o viaxeiro (neste caso o público) non se perda. Diso sabe moito o amigo Alfonso Javier Canosa Rodríguez que se doutorou recentemente cunha tese sobre da “Peregrinação”, de Fernão Mendes Pinto. (Por se interesa pódese consultar en www.citius.usc.es).

Tamén é certo que un conta o que quere ou pode contar, con atallos ou polo camiño máis longo, por labirintos ou rectas sen final a vista. E en calquera deses casos o que nos conten pode ter entidade suficiente sempre que intención e logros estean en consonancia, non defrauden.

 “Salvador” do galego Borja Fernández amósanos unha viaxe en busca de respostas que expliquen certos acontecementos familiares que o silencio, tácito ou explícito dos protagonistas, esconde. Un silencio cheo de suspense que non acaba de ser aclarado ou que, mellor dito, esconde datos que para o artista quizais non son de importancia e que a min como espectador paréceme que me están a escatimar. Sobre todo porque Borja está a dicir todo o tempo que conta con esa información.

No método de traballo nótanse moito as positivas influencias de Chévere e a súa relación coa “Berberecheira”.  Mais no resultado final quedan moitos cabos soltos. Ese teatro documento, ou documentado, (o de documental paréceme máis axeitado para o audiovisual), ha de contar a historia de xeito fidedigno, nunca instrumentalizada e ficcionada. E de ser así, (o creador ten liberdade para facer o que lle pete), ten que dicirllo con claridade ao espectador para que non se sinta enganado. Todo indica que, na súa viaxe a Brasil, Borja soubo máis cousas do seu avó das que nos conta en “Salvador”. Cousas importantes nas que puido profundar para completar ese relato.


Por outra parte, a montaxe non ten nada de novidoso, aínda que sexa unha proposta interesante, e a interpretación non está suficientemente perfilada. Certo é que o espectáculo está feito con moita dignidade e cando leve algunhas funcións máis supoño que ira axustando moitas de esas eivas.

Quédome con esa obsesión polos triángulos. De feito hai tempo que escribín un poema que empezaba así:
Sempre pinto triángulos
Unhas veces comigo dentro
Outras...



Saúde y larga vida…




martes, 23 de octubre de 2018

"IPHIGENIA EN VALLECAS" con María Hervás

(FIOT 2018)
27 FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO CARBALLO

CARICATURAS
 (A propósito de “Iphigenia en Vallecas” con María Hervás)

SANTIAGO PAZOS


Algunos actores, en ocasiones, quieren parecerse tanto al original que terminan por convertirse en caricaturas. Lo que en principio no es negativo, a no ser que abusen.  Por el contrario, un cierto exceso potencia el estereotipo y lo identifica. Y en el teatro del engaño el cartón se convierte en piedra y una lágrima es el océano de la tristeza universal.

Por lo general, la desmesura depende del tipo de personaje que se quiere construir. Y esta Iphigenia de María Hervás tiene todas las características  que facilitan los tics exagerados, la invitación al exceso.

Y, en una primera parte, la de la soledad y el desamor, eso es exactamente lo que ocurre. Más que definir al personaje lo ridiculiza. Nos lo muestra grotesco y cosificado. Sin embargo,  en la segunda parte, la del amor salvador, el preparto y malparto, derrocha un cúmulo de expresiones sutiles y sentimientos tan potentes que nos regala humanidad a raudales con una interpretación llena de matices.

Claro que enfrentarse a un monólogo como el que hace María, durante hora y media, en esta Ifi deplorable y santa a un tiempo es una tarea de importancia superlativa. Un reto del que salir indemne es complicado. Y, a mi modo de ver, lo consigue. ¡Bravo por ella! Porque los defectos de esta obra no están en su interpretación, ni aun cuando se convierte en una caricatura.

Los problemas surgen con la credibilidad del personaje. Tengo que decir que no me lo creo, no por culpa de María, sino porque hoy día es difícil que se puedan dar tal cúmulo de circunstancias. No me refiero a que ese personaje marginal no exista, incluso conozco algunos con historiales bastante más lamentables. Tampoco desconfío de la bondad desinteresada y del sacrificio personal, de la humanidad de tanta gente que está dispuesta a ceder parte de su interés particular por el bien común. Seguramente hay más gente así de la que en principio podemos pensar.

Pero en esas circunstancias en las que la marginalidad social está tan enquistada es impensable tal dechado de virtud iluminada, tal transformación radical. Ni el amor, ni la natalidad, son parte de una pócima que tiene el poder de beatificar, ni de convertir en realidad actual las antiguas leyendas. Y aunque hemos visto muchas veces “Pretty Woman” no acabamos de creernos todos los cuentos, por muy bonitos que estos sean.

Por lo demás, claro que las preguntas son las correctas y ahí están, en estas crisis de ahora, en las de antes y en las que vendrán: ¿Quién esperamos que se sacrifique cuando algo va mal? ¿Quién es efectivamente el sacrificado cuando los que mandan quieren algo? ¿Qué va a pasar cuando los sacrificados ya no lo soporten más?...

Ese debate requiere de muchas y profundas reflexiones, históricas, económicas, sociales, políticas y psicológicas. También de sentimientos, pero nunca de milagros.

Insisto: ¡Bien por María Hervás!
Pero…



Salud y larga vida…




domingo, 21 de octubre de 2018

DEBATE PÚBLICO LITERARIO EN ARTE NA RÚA 2018



AS ODISEAS COTIÁS COMO MATERIAL LITERARIO


SANTIAGO PAZOS



GRAZAS!!!

Onte tiven unha tarde moi entretida. Primeiro pola boa e grata compañía dalgúns amigos e segundo porque ao carón dun soliño agradable e outonal falamos e debatemos sobre un tema polo que tanto cavilan lingüistas, críticos literarios e todo tipo de investigacións universitarias. E nós fomos quen de situar tan doutoral tema ao carón da rúa e da xente común.

Non descubrimos o mundo porque xa o tiñan feito outros antes, pero abrímoslle ás portas a algúns mundos interiores que de non ser por ocasións como esta permanecerían pechadas eternamente. Facédeme caso, o que non se conta acaba esquecido no cemiterio.

A miña proposta de debate era a seguinte:
Credes imprescindible ter que vivir unha viaxe como a do Ulises de Homero para sentir que a vida propia ten interese suficiente como para ser parte dunha obra literaria?
Non pensades que ese outro Ulises, o de Joyce, así a bote pronto, ten unha vida bastante máis vulgar que a de calquera de nós?
Entón?
Será que o cotiá pasa a ser excepcional cando se conta cun estilo determinado?
Que pensades?

Houbo respostas e reflexións de todo tipo, como ten que ser nun debate aberto, enriquecedoras todas.

E por iso quero dar grazas infinitas e sinceras aos amigos que tiveron a ben compartir comigo os seus coñecementos e sensibilidades, a Antonio Andrade Figueiras, Miguel Anxo Calvo (O’Mighelo), José María de la Viña, Diego Loureiro, Roberto Mallo, María Marticorena, Marcos Trigo, Ika García, Carolina Pacoret, José Antonio García Canedo, Adrian Eirís, José Manuel Naya e outros poucos máis dos que non recordo o nome, motivo polo que lles pido desculpas. 
Grazas tamén a  Asociación Creaformas por convidarme a participar en Arte na Rúa.

Saúde e larga vida...  


sábado, 20 de octubre de 2018

"PSS PSS" de Compagnia Baccala

(FIOT 2018)
27 FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO CARBALLO

¿TODOS LOS MIMOS SON EL MISMO MIMO?
(A propósito de “Pss pss” de Compagnia Baccala)

SANTIAGO PAZOS


Esa es una pregunta que me hago cada vez que veo uno, ya sea por casualidad o intencionadamente. Ayer vimos dos que se daban unos abrazos tan redondos que parecía que querían convertirse en uno solo. Un mimo gigante que se transformaría, a su vez, en todos los mimos del mundo.

Otra pregunta que me hago, más frecuentemente, es la siguiente: ¿La elegancia está en el qué o en el cómo? Y ayer concluí que en el caso de Baccala la elegancia está en las formas, en las actitudes y en las aptitudes, en las miradas cómplices. ¿Y en el qué? Quizás también si nos detenemos en la intencionalidad de un espectáculo de esas características, robarnos todas las sonrisas posibles a través de la ternura, el gesto, el equilibrismo y la contorsión.

Me recordaban a esas películas cómicas de cine mudo en las que Charlot o Buster Keaton miraban a la cámara con una profundidad y limpieza en los ojos que cautivaban a la gente más dura y despiadada. Y la iluminación del final lo confirma, sus referentes están ahí, en las antípodas del humor,  en una apuesta por la sensibilidad visual y de la palabra intuida, nunca proclamada.

Y esa nota de arte de vanguardia con la manzana de Magritte nos anuncia un humor que procede de la abstracción y de cierto minimalismo expresivo. Un tipo de humor con cierta sofisticación que van a desarrollar básicamente en la realización de ese número en que convierten una escalera de tijera en un barco de vapor multifuncional y sonoro. Genial descubrimiento.

Aun gustándome como me gustan siempre los mimos, ni mucho ni poco, sigo preguntándome: ¿Todos los mimos son el mismo mimo? A saber…



Salud y larga vida…




martes, 16 de octubre de 2018

RÚA DOS CONTOS E TEATRO DE RÚA

(FIOT 2018)
27 FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO DE CARBALLO

RÚA DOS CONTOS

ALGO QUE CONTAR (2ª parte)
 (A propósito de David Amor, Isabel Risco, Pedro Brandariz, Fran Rei, Maintomano, Antón Coucheiro e Monoulious Dop)

LUGARES:
A BARRA BAR, MERCADO MUNICIPAL, CERVEXARÍA BEOS
RÚA VALLE INCLÁN, PAZO DA CULTURA

SANTIAGO PAZOS


Falaba nos primeiros comentarios que fixen, hai días, sobre os espectáculos da Rúa dos Contos e de Teatro de Rúa que ter algo que contar e contalo ben é o mellor gancho para captar a atención do espectador. Non ten porque ser só de forma oral, pode ser tamén a través da mímica, da música, ou de todo un pouco, mesturando estilos.


Como fai David Amor que regresa a Carballo convertido nun perfecto showman. Conta, canta e baila. E todo en conxunto resulta estupendo de ver e de escoitar. Como dicían de Lola Flores, nin canta nin baila ben pero... Se queres rir e pasar dúas horas divertidas tes que ir velo, a David. Ten presenza, móvese con soltura, controla as claves do monólogo cómico, vai soltando chispas a cada pouco, con esa picardía inxenua que xa é marca persoal, para que o público non se despiste nin un minuto. E claro, por suposto, xogaba na casa, viviu en Carballo. Coñece ás persoas, os lugares, as anécdotas, e sabe mesturar todo iso para contalo cunha sorna que non araña para non facer dano. Un humor branco que, como moito, atrévese a deixar no aire unhas gotas de acidez insinuada. Gustoume, paseino ben. Sen dúbida, profesionalmente, ten un futuro moi prometedor por diante.  

  

 

Isabel Risco, Pedro Brandariz e Fran Rei traballan con outros rexistros, contan e tamén cantan e bailan, pero desde unha perspectiva máis enxebre, crítica e militante. En “Papar sen cancelas” teñen algún momento xenial, como esa canción con paso de muiñeira incluído que me pareceu o mellor de todo o espectáculo. Fan o pallaso, por suposto. É o seu. Mentres seguen o guión van ben, cando queren improvisar, ou parece que queren, pinchan un pouco. Aínda así, tendo en conta que era unha estrea absoluta, deixaron o listón ben colocado.



 

Maintomano son acróbatas, divertidos equilibristas que xogan e arriscan facendo sinxelo cada movemento e cada salto. Miran cara ao público con empatía e complicidade como pretendendo que cada un de nós se empape das mesmas sensacións de doce vertixe que eles practican. E lográrono, polo menos comigo e coa maioría dos que fomos a velos. O que non sei é se aquel neno que repetía a cada pouco “ se van a matar” o pasou ben ou mal.




Antón Coucheiro estivo realmente xenial, este polifacético artista consegue, desta volta, facer un espectáculo participativo, basicamente para nenos e familias, cunha factura cómica e tenra excepcional. Unha montaxe intelixente e redonda en conxunto, pero se penso nesa batalla de almofadas final quero repetir a experiencia xa. Non dubiden en acudir a velo e leven a toda a familia, engadidos amigos e avós. Parabéns.

  


E Monoulious Dop pecharon a programación desta Rúa dos Contos tan especial, que celebraba o seu 20 aniversario cunha saúde de ferro e que seguirá provocando gargalladas e facéndonos pasar tan bos momentos outros 20 anos máis  polo menos. Un fin de festa con bo rock e con letras cheas de retranca.





PUNTO E FINAL
Non esquezan visitar a Rúa Valle Inclán, convertida na Rúa da Fama da nosa Rúa dos Contos e a Exposición do XX Aniversario que permanecerá aberta no Pazo da Cultura ata o 31 de outubro ou máis aló...




Saúde e larga vida...



lunes, 15 de octubre de 2018

"LA TRISTEZA DE LOS OGROS" de Fabrice Murgia

(FIOT 2018)
27 FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO CARBALLO

LO QUE SE ESCONDE BAJO LA CAL
 (A propósito de “La tristeza de los ogros” de Fabrice Murgia)

SANTIAGO PAZOS



Bajo la cal se esconde la mugre, todo tipo de deshechos, de detritus nauseabundos. Bajo la cal escondemos los miedos, las obsesiones, el tedio, el dolor, las tragedias, el lodo hediondo.

En “La tristeza de los ogros”, Fabrice Murgia escarba bajo la cal y deja al descubierto los sentimientos de esa parte del mundo que los autoproclamados seres normales llamamos podredumbre, marginalidad.

Y nos muestra la frágil línea que separa unos mundos de otros, lo real y lo onírico, la razón y la esquizofrenia delirante, la normalidad (“¿Qué coño es normal?”) y los bajones depresivos que nos conducen a tomar decisiones radicales que desencadenarán el caos propio y el sufrimiento de la familia, de la gente a la que queremos, de los inocentes que nos rodean y que sin saberlo forman parte de nuestra desgracia.

Una propuesta descarnada tanto en sus aspectos sociales e intelectuales como en la forma que elige para mostrárnosla. Incluyendo la denuncia de esa doble moralidad patente en casos como el tratamiento cruel que la televisión hizo del secuestro y asesinato de las niñas de Alcásser.

Esos dos casos reales a los que hace referencia, el secuestro y posterior liberación de una niña y el asesinato múltiple de unos adolescentes cometido por uno de sus compañeros de instituto, quieren ser una llamada de atención, un golpe en el estómago que nos avisa de los peligros que nos acechan, individual y colectivamente, en este mundo que estamos construyendo.

Ese mundo de las dobles vidas, la virtual y la real, el mundo de la comunicación total que nos conduce a la mayor de las soledades, el mundo de las individualidades falseadas como grupos colectivos que defienden los mismos intereses. Ese mundo al que lavamos la cara diariamente con unos baños de cal tan espesa y blanca que nos deslumbra y nos impide ver la realidad tal cual es.

Inquietante, esa niña que juega, sufre y se divierte, contando lo que de verdad pasa en la trastienda mental de esos dos personajes que son, o así se nos presentan, tanto víctimas como culpables, al tiempo que las imágenes nos ofrecen una visión consumista del fracaso, de la profunda tragedia que sufren.

No hay justificaciones. O por lo menos, a mi parecer, Murgia no nos las ofrece. Su opción es la crudeza que exige una reflexión madura sobre lo que esconde la cal. Valiente apuesta. Gracias.  



Salud y larga vida…




domingo, 14 de octubre de 2018

"FEDRA" de Pentación Espectáculos

(FIOT 2018)
27 FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO CARBALLO

EL PODER DEL TEXTO
 (A propósito de “Fedra” de Pentación Espectáculos con Lolita Flores)

SANTIAGO PAZOS



Hacía tiempo que tenía ganas de asistir a una representación de “Fedra”. ¡Años!. Tanto tiempo como el que transcurre desde que descubrí que la versión de Jean Racine fascinaba a Marcel Proust, (se puede comprobar al comienzo de “A la sombra de las muchachas en flor”, segundo tomo de “En busca del tiempo perdido”). Una referencia literaria que me llevó a buscar y leer ese texto con cierta devoción. Una versión bastante más condescendiente con la protagonista que la del propio Euripides sobre la que se sustenta esta versión construida para mayor gloria de Lolita Flores.

Y digo de Lolita Flores porque me dio la impresión que todo el montaje está al servicio de su capacidad interpretativa, para tapar sus defectos y ensalzar sus virtudes, que algunas tiene. Una versión más adecuada para escuchar que para ser vista, porque hay que reconocer que estaba bien dicha, con voces muy dramatizadas, con entonaciones como las que se hacían en ese teatro clásico de otras épocas, recitando de corrido y marcando las pausas como si se tratase de socavones de profundidades abismales capaces de romper los parlamentos más sólidos. Pero con una forma tan rígida, hierática y estática  al ser representada que más bien parecía una obra para ser retransmitida por radio que para ser disfrutada en un teatro.

Sólo el gran poder que tiene ese texto mantuvo mi atención alerta, porque en gran parte de la obra tuve que cerrar los ojos para sentir esa sensación tan cortante, tan extremadamente afilada, que tienen las tragedias clásicas. Y, por supuesto, que tiene Fedra en esa titánica lucha entre la razón y el deseo.

Pienso que la única concesión que hacen al teatro moderno, por destacar algo, es esa especie de pantallazos documentales, al estilo de la segunda cadena de la TVE, con sintonías de impacto para despertar a algunos espectadores a los que el sopor hubiese vencido por aburrimiento. Todo lo demás es rancio, antiguo, monolítico y escaso.

Una especie de museo de cera con voces enlatadas que no aporta nada de nada a la recuperación del teatro clásico, ni a ningún otro tipo de teatro. Proust estaría horrorizado y sus achaques hipocondriacos se verían tan agravados, al ver esta Fedra, como grande es mi frustración por haber sufrido esta fallida experiencia. Podría destacar algunos brochazos de interpretación desgarrada de Juan Fernández, como Teseo, o Críspulo Cabezas, como Hipólito, pero ni siquiera la presencia  de Tina Sáinz, como Enone, y su reconocida trayectoria,  calman. ¡Ayyy!    



Salud y larga vida…