domingo, 30 de octubre de 2016

LA ESTUPIDEZ

(FIOT 2016)
XXV FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO DE CARBALLO

CONTEXTOS DIVERSOS
 (A propósito de “La estupidez” de Feelgood Teatro)

SANTIAGO PAZOS

El gran reto de esta obra es conseguir que el público aguante expectante en sus butacas, que no abandone la nave en el descanso, aunque el farragoso planteamiento de la primera parte augure, equívocamente, una segunda repetitiva y mortecina.

Desde luego, llenar tres horas y pico con una historia sobre la codicia, cuya estructura la forman un grupo de diversos contextos paralelos que confluyen en tramas analíticamente bien argumentadas, aunque sin profundizar suficientemente en ninguna, que se conectan entre sí por el azar de coincidir en el lugar en el que se van desarrollando, un motel de carretera, es una tarea harto difícil.

Un riesgo al que, con una logradísima estética y formato cinematográficos al estilo de una road-movie americana, se enfrenta Fernando Soto, excelente desde la dirección, haciendo viable el proyecto y cautivando nuestra atención gracias a ese vertiginoso ritmo que imprime desde la primera escena y que en la última hora convierte en una vorágine. La coincidencia de escenas en tiempo y espacio, casi en un mismo plano, sin solaparse, son un logro reseñable. Aciertos imputables también a la iluminación de Juan Gómez-Cornejo, a la escenografía brillante de Elisa Sanz y a un vestuario, de Arantxa Ezquerro, colorista aunque lleno de tópicos. Un montaje que, a mi entender, hubiese sido redondo con un “metraje” más equilibrado. Una hora menos, por ejemplo.


Y lo más importante, sin lugar a dudas, para que aguardemos pacientes hasta ese final incierto, cuentan con el poderoso músculo interpretativo de cinco actores que derrochan voluntad sobre el escenario, capacitados extraordinariamente para efectuar cambios vertiginosos de registro y de vestuario, que te seducen y convencen de que te espera un desenlace cargado de grandes dosis de humor, parodias y situaciones cómicas francamente divertidas.

Hay que señalar que los personajes están estupendamente dibujados por su autor, Rafael Spregelburd, pero sin la entrega y la profesionalidad de Ainhoa Santamaría (impresionante), Toni Acosta, Javi Coll, Javier Márquez y Fran Perea, sus 24 personalidades serían humo.

En definitiva, un final de FIOT atractivo e interesante del que esperábamos un poco más.

Gracias por leerme y hasta el XXVI FIOT. Mucha……

Salud


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