(FIOT 2013)
XXII
FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO DE CARBALLO
EL CAJÓN
DE LAS SORPRESAS
(A
propósito de “Hámster” de Triatreros)
SANTIAGO
PAZOS
En 2010
se iniciaba, como una separata dentro de la programación general del FIOT, un
ciclo con identidad propia al que llamaron OTNI (Objeto Teatral No
Identificado) dedicado a espectáculos de corte experimental o alternativos,
tanto en su concepción formal como en los espacios elegidos para ser
representados. Un cajón que nos ha deparado grandes sorpresas como, por citar
algunos ejemplos sobresalientes: “Los corderos” de Histrión, “That’s thr
history of my life” de Macarena Recuerda Sheperd, o “Calla y come” de La
cocina. Y en el que este año esperamos con gran expectación la representación
de “Sé de un lugar” de Producciones Prisamata, obra de referencia que llega
avalada por el beneplácito de toda la crítica especializada.
Y un
cajón lleno de sorpresas, (madriguera, teatrillo, o colina desde la que poder
otear el horizonte, entre otras cosas), es la inteligente solución
escenográfica de Triatreros para representar, dentro del citado OTNI, “Hámster”
del autor gallego Santiago Cortegoso. Un texto muy bien estructurado sobre la
complejidad de las relaciones de pareja y las actitudes del individuo ante el mundo
que lo rodea. Y cuya primera escena, la que marca la diferente, aunque
complementaria, personalidad de los dos personajes, (Eu son… / Eu son…), me
recuerda mucho el cuadro segundo de “El público” de García Lorca en el que la Figura de Pámpanos y la Figura de Cascabeles
confrontan sus sentimientos (¿Si yo me convirtiera en…? / Yo me convertiría en…).
Una
comedia o un drama, creo que eso dependerá del tratamiento que sus intérpretes
y el público quieran darle (nunca una tragicomedia), con diálogos ágiles, aparentemente
sencillos en su estructura narrativa, pero bastante complejos conceptualmente,
que obliga a los actores a matizar cuidadosamente cada frase y cada palabra
para que el espectador no se pierda nada de la intencionalidad con la que están
escritas.
La
propuesta de Triatreros, bajo una dirección bastante bien medida de Fran
Paredes, con una puesta en escena limpia y equilibrada, nos muestra una versión
muy fresca, lo que favorece su conectividad y empatía con el público, aunque
por otra parte, pienso, la infantiliza y le resta la mordacidad y fuerza que
muchos diálogos tienen.
Sus dos
actores, David Novas Y Alba Bermúdez, tienen buena formación, muy buenas
intenciones y gran cantidad de ilusiones. Valores que, si bien no suplen su
falta de madurez, sus dubitativos movimientos sobre las tablas o algunos
titubeos al declamar, justifican su inclusión en el Programa OTNI. No podemos
olvidar, además, que son profesionales en el inicio de su carrera artística, y
que irán ganando peso y forma con el tiempo.
En el
caso de Alba, ayer había otra justificación más que comprensible, era su debut
ante un público, sus vecinos, el propio FIOT, del que ha sido parte desde niña.
Todo un acontecimiento vital para ella. Y tengo que señalar que apunta buenas
maneras, y mucha seriedad, en estos inicios de una profesión tan gratificante
como dificultosa. Desde aquí le deseamos muchos éxitos en el futuro.
Salud
Fotografías facilitadas por el Profesor José María de la Viña. (Gracias)
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