(FIOT 2015)
XXIV FESTIVAL
INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO DE CARBALLO
A RÚA DOS CONTOS (2)
TODAS LAS RISAS
SANTIAGO PAZOS
En la primera lección de la Escuela del espectador hablamos de
la comedia y de qué nos reímos hoy en día. El maestro Camilo Franco se mostró
bastante exhaustivo intentando acotar las muchas facetas de un tema tan amplio.
Hablamos de códigos, de complicidades intelectuales, de anormalidad y rarezas,
de arquetipos, crueldades y tontos, de contextos, de argumentos, de ironías,
etc. etc.
Reseño esa clase/tertulia por méritos propios, recomendando
asistir a las siguientes sesiones, y también porque me ayuda a comentar la
doble sesión que, dentro de la programación de A rúa dos contos, pudimos ver el
domingo pasado en el Mercado municipal. Dos espectáculos cómicos a los que no
les unían nada más que la risa y las circunstancias propias de la programación.
Todo lo demás, su estilo, su motivación, su temática, su manera de enfrentarse
con el público, su concepción del espectáculo, era radicalmente distinto.
Y he de decir que seguramente en esa diferencia residía el
interés de verlos en una sesión continua. Quizás resultó tan interesante la
función porque de ese modo pudimos encontrarnos con todas las risas. Aclaro,
olvidé preguntar a Camilo si todas las risas pueden ser consideradas iguales o
cuántos tipos de risas hay.
Félix Albo con “El pueblo de los mellados” provocó muchas risas
agradecidas, relajadas, necesarias, como para abrir boca. Su historia estaba
muy bien tramada, con todos los ingredientes de un monólogo inteligente. Y sin
embargo su estilo reposado, su ritmo y su cadencia, me parecieron más adecuados
para una lectura que para una representación teatral. Es decir, pudo hacerlo
mediante una retransmisión radiofónica y hubiese conseguido los mismos
resultados.
Por otra parte, Mofa & Befa con “Sempre ao lonxe”,
consiguieron arrancar risas animosas y, por momentos, algunas carcajadas
desenfrenadas. Hacen un humor bastante complejo donde los mensajes que subyacen
bajo el sarcasmo y el esperpento no siempre son entendidos con facilidad.
Además, los distintos grados de intensidad en el desarrollo de las parodias que
representan provocan que el público deambule entre zonas de calor y de frío
haciéndole difícil de digerir el espectáculo como un todo compacto. Yo
considero que son geniales aún en las zonas más oscuras de su discurso cadavalesco.
Salud
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