(FIOT 2015)
XXIV FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO DE CARBALLO
EL TEATRO EN SOLEDAD / BUSCANDO A PAULA
(A propósito de “Latente” de Paula Quintana)
SANTIAGO PAZOS
Decíamos ayer, en referencia a Chapitô, que era teatro en estado
puro porque sólo con la interpretación gestual podían contárnoslo todo. En el
caso de Paula Quintana tenemos que añadir a lo anterior un elemento que lo hace
más difícil si cabe, no tiene un compañero al que agarrarse, está sola ante un
público que desconoce. No es teatro en soledad porque ese público inerte y
observador motiva y transforma con su mirada lo que ocurre sobre el escenario,
pero podríamos llamarlo así.
En realidad, ese personaje que estamos viendo se mueve por unos
impulsos que brotan de su interior. Obedece a una necesidad tal de expresarse,
de contar su historia única, que si el público desapareciese la acción seguiría
su curso por propia inercia, empujado por una voluntad que sobrepasa la
intencionalidad del cuerpo que ejecuta esa acción. “Yo no quiero ser
astronauta, no necesito ser astronauta” dice, pero de alguna manera, la energía
que la mueve procede de ese cosmos que nos rodea.
Paula busca a Paula. La búsqueda del yo interior es un viaje al
que se nos invita desde la poesía de un cuerpo en movimiento y algunos dilemas existenciales
que proceden de cierta ingenuidad escondida. Paula es uno de esos seres hermosos
que al cruzarte con ellos notas a tu alrededor como un halo de energía creativa
que inunda el espacio que te rodea.
Primero vemos a la bailarina flamenca ofrecernos un taconeo
potente, seguro y lleno de fuerza, y sin darnos casi cuenta observamos que esa
danza ha tornado contemporánea y sus movimientos abstractos denotan dudas, como
si de la armonía pasásemos al descontrol más desasosegante. Las formas, las
figuras que su cuerpo va formando tienen una belleza que captan nuestra
atención sin que tengamos que hacer ningún esfuerzo de comprensión que vaya más
allá de la pureza del sentimiento.
Luego vienen las preguntas, el discurso que habla de
comportamientos propios y ajenos que nos satisfacen o nos disgustan, la
reflexión en alta voz para, escuchándonos a nosotros mismos, convencernos de
que no erramos. Y en medio más taconeo y más brazos que son alas y más
movimientos que nos liberan o nos encojen el alma.
Paula trabaja desde la sensibilidad artística, desde la búsqueda
de ese yo que necesita ser bello por dentro para conseguir serlo también por fuera,
y el espectador debe mirarla y escucharla desde un estado semejante. Su
planteamiento vital es razonado, intimista, como lo es la música de Juan
Antonio Simarro, prosaico como los textos de Carlos Pedrós, y poético como el
movimiento de su cuerpo. Bien, muy bien.
Salud
No hay comentarios:
Publicar un comentario