(FIOT 2015)
XXIV FESTIVAL INTERNACIONAL OUTONO DE TEATRO DE CARBALLO
EL CAMPO SIN CAMPO
(A propósito de “Juanita
Calamidad” de Chirigóticas)
SANTIAGO PAZOS
“El campo sin campo, la piscina sin agua”… Y siguen las contradicciones
de un musical que no parece, o no quiere ser, un musical, de una comedia que
más bien parece un drama, de un triste drama que nos venden como una comedia,
de una indefinición formal, de un estilo sin estilo que transporta,
incluyéndolo de un modo subyacente, un “superado” mensaje que nos retrotrae al
siglo XIX.
A saber, la mujer tiene un reloj que marca una hora inexorable
en la que la llamada de la maternidad ha de ser escuchada so pena de condenarse
para siempre a la soledad, el descuido y la perdición. Claro que ese mensaje transmitido
a través de unos textos y unas acciones que provocan el ¡ji, ji, ji! y el ¡ja, ja
ja! pierde gravedad para no comprometerse en exceso dejando, eso sí, el tufillo
a rancio.
Y si dejamos a un lado el debate, que yo consideraba bastante
superado, sobre la supremacía de los aspectos biológicos sobre las influencias
socioculturales en el comportamiento humano, o el avance de las teorías creacionistas
en el mundo y que la religión puntúe en el currículo académico, y nos centramos
en lo estrictamente teatral, hay que señalar que la falta de dirección permite a
las actrices campar a sus anchas sin orden ni concierto en buena parte de la
representación.
Lo bueno, unas actrices bastante osadas, en el buen sentido, cuando
cantan a capela, sin perder ni la entonación ni el ritmo, en una variedad de
estilos que va de la chirigota a la ranchera, incluyendo un interesante rap con
el fondo musical de “Pasa la vida” de Pata Negra. Y poco más…
Salud
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